lunes, 12 de junio de 2017

Operación bikini

Hace unos días os comenté que teníamos que aceptarnos a nosotros mismos, tal y como somos, ¡por supuesto! Pero siempre podemos querer mejorar o cambiar algo concreto que no nos gusta o que podría estar mejor. 

A lo largo de mi vida he hecho infinidad de dietas, incluso cuando era pequeño debido a mi problema heredado del colesterol. Siempre he tenido que vivir con el cuidado de lo que te comes y lo que no. Conforme vas creciendo y vas siendo más independiente y más maduro te vas dando cuenta de que solo tenemos un cuerpo y de que debemos cuidarlo para que nos dure muchos años.

Al principio crees que eres inmortal, que puedes con todo y que el cuerpo es una roca que lo resiste todo y no es así. Con esto no estoy diciendo que debamos ser mega estrictos con lo que consumimos, ¡no!, sobre todo recordad que tenemos que vivir y disfrutar de la vida, porque si no menudo "penaero". Con esto lo que quiero decir es que seamos consecuentes y equilibrados.

Ayer precisamente un señor me paró por la calle y me pidió un cigarro, a lo que automáticamente mi cerebro respondió: "lo siento, ¡no fumo!" ¡NO FUMO! pensé... Es algo que tengo cada vez más olvidado y cuando me acuerdo me da un "noseque" por dentro que me encanta. ¡PRUEBA SUPERADA!

Los que me conocéis sabéis que no soy una persona de extremos, que a mi lo que me gusta es el equilibro, ¡qué sí es posible! A pesar de lo que digan Los Piratas. Me gusta pegarme una buena fiesta pero con conocimiento, sin llevar el cuerpo a extremos insospechados. Si me pego un atracón a zampar, luego hay que quemar excesos, no hay más.

Y con todo este rollo lo que yo quería comentaros es que tenéis que ser felices con vosotros mismos, pero tampoco ser conformistas. Si hay algo que no te gusta lucha por cambiarlo. Toda mi vida me han acomplejado mis cartucheras, y diréis “¡qué tonto!” pero no lo puedo remediar. Esos dos montículos de grasa que se posan sobre la cintura del pantalón me matan y por más que he luchado por eliminarlos, no hay manera. Como ya sabéis tuve una época que me quedé extremadamente seco (unos 74 kilos midiendo casi 1.90)... 

(agosto de 2015 - 74 kilos)

...y las cartucheras seguían estando. Sinceramente aquella época me veía extremadamente delgado y no me reconocía a mi mismo. Toda la vida he sido de "garrón gordo" y así seguiré, ¡pero siempre en equilibrio!

Y aquí es donde entra la protagonista del post de hoy. Hace unos días visité a mi querida Miriam para que me echara una mano con el tema del "flotador" y que queréis que os diga, ¡se nota! Estoy encantado pero más encantada estará ella de recibiros su centro de estética para resolver todas las preguntas que os puedan surgir. Os dejo a continuación el vídeo que grabamos juntos para que os enteréis de todo con pelos y señales.



¡Saludos horribilers! = )

No hay comentarios:

Publicar un comentario