martes, 30 de agosto de 2016

Curso nuevo, vida nueva

Al igual que los principios de año... Los finales de verano están llenos de compromisos y buenas intenciones. En mi caso, debido a mi profesión, el día 1 de septiembre es bien parecido al 1 de enero. Todos queremos cambiar, mejorar, evitar, añadir algo a nuestras vidas...

He de reconocerlo... Ha sido un buen verano. Mi primer verano como docente. Dos meses de vacaciones, con sus cosas buenas y cosas malas. ¿Cosas malas? Os preguntaréis... Pues sí, todo tiene su ying y su yang. En mi caso particularmente dejé de hacer todo absolutamente y cuando digo todo, es todo. Dejé de trabajar, dejé de hacer deporte, dejé de moverme en general y empecé a beber cerveza y a comer como si se avecinara el invierno está llegando (Juego de Tronos me está dejando fatal) y necesitara reservas para hibernar...

El caso es que a lo hecho, PECHO, y mucho desgraciadamente, #risafloja... He decidido no acumular propósitos para el día 1 y empezar gradualmente con objetivos a corto plazo para evitar frustrarme. Quiero conseguirlos uno a uno, como todo lo que me he propuesto en esta vida y he conseguido... Para empezar quiero dejar de comer en cantidades ingentes y acostumbrar (no sin una poqueta de ansiedad) a mi cuerpo a comer menos cantidades, de todo, pero menos cantidades, intentando evitar refrescos carbonatados y el azúcar. Llevar casi ocho meses sin fumar ha influido en el aumento de mi masa corporal pero si he podido con eso, ¿no voy a poder con lo otro? Por algo se empieza...

En segundo lugar (y este es un objetivo un poco más a largo plazo) me he propuesto volver a estudiar en la universidad (llamarme loco pero en uno de estos post creo recordar que dije una y no más, Santo Tomás, no volveré a estudiar never and ever) y sí, aquí donde me leéis, me hace hasta ilusión volver a hacerlo.

Ilusión entre comillas porque tengo más miedo que once viejas... Eso implica horas de estudio, de trabajo, de reuniones, de exámenes... Sin olvidar que debo compaginarlo con mi trabajo: con sus correspondientes programaciones, preparaciones de sesiones, reuniones del claustro, kilómetros de carretera y... Como éramos pocos y parió la abuela, además tengo que ponerme a buscar piso y compañero de piso, claro está... Y por supuesto sin olvidarnos de mi preciado "cacharrito" llamado Thermomix, al cual sigo enganchadísimo, y que si me llamas interesado o interesada allí que me tienes en tu casa para demostrarte sus maravillosas funciones y lo fácil que sería tu vida si te la quedas y punto, yo no he hecho publidad :P

No está la vida para vivir solo así a lo loco y que en un mes del frío invierno de Albacete (el cual podría compararse con el de Invernalia perfectamente) oh dios lo he vuelto a hacer, te llegue una factura de luz o de gas (no se sabe todavía) y tengas que "entramparte", como decimos aquí, para poder hacer frente a dicho gasto...

El caso es que llega el final del verano (con la vista puesta en la gran Feria de Albacete), que por supuesto hasta el 17 de septiembre nada de final de verano, ese día ya lloraremos... Y necesitaba nuevas razones y propósitos para levantarme cada día.

Me parece algo atroz llevar más de un año sin aparecer por aquí, ¡hasta me he emocionado cuando lo he abierto! tan cuqui y tan bien puesto como me lo dejó mi a-dorada Anita Patata Frita :P Así que otra de las cosas que pienso intentar con ganas es dejarme caer por aquí a menudo, bien sea para contar penas/alegrías/logros/fracasos/chispas/viajes/series/recetas #quémasda, el caso es estar un poquito más cerca de vosotros.

Comienza la #operacióndietahorrible #operaciónhorriblevueltalcole #operaciónhorribleblog o como la queráis llamar...

¡Mr. Horrible vuelve! =)