¿Metabolismo lento?

¿Habéis escuchado alguna vez eso de "yo engordo hasta con el aire"?

¡Aquí tenéis un claro ejemplo!

Hace unos días me hicieron un estudio de esos en los que te miden el nivel de masa muscular, la grasa, la altura y un millón más de valores que desconocía totalmente.

El caso es que soy un "cuerpo-escombro". La grasa se disparó, la masa muscular es casi inexistente y mi metabolismo basal es peor que el de un mosquito... ¡Soy perro hasta para respirar! No quemo na' de na'.

Total, que salí de allí con el autoestima por las catacumbas, ¡horror!

Llegué a mi casa y mi madre (como todas las madres) empezó a animarme y a decirme los dos caminos que tenía para elegir: Hundirme en la miseria y dejar que la grasa siguiera proliferando en mi... O pegar una patada fuerte y afrontar esto con un par de coj... ¡Narices! Perdón.

Llegados a este punto, tengo claro que no quiero convertirme en aquel Bart Simpson que decía "me lavo con un trapo atado a un palo" y sigo sin parar de quemar la puta grasa acumulada bajo mi piel. 

Pero, a pesar de esto, hay muchas más preguntas... ¿Continúo aquí en el pueblo del secarral y matojo o me lío la manta a la cabeza y llevo un poco más de exotismo a la gran ciudad? Os aseguro que la mezcla podría ser explosiva. Como en todos los casos, lo mucho cansa, y no me gustaría cansarme jamás.

Mientras tanto habrá que seguir un día tras otro. Septiembre ha terminado y me alegro, sinceramente. Durante toda mi vida siempre ha sido "el mes de los cambios" hasta este, en el que todo sigue igual.

Paz y amor

Mr. Horrible.